INFÓRMESE Y PIÉRDALE EL MIEDO A LA MENOPAUSIA
Aunque sea la más conocida, la menopausia es sólo una parte del climaterio, es decir, el tránsito entre la vida fértil de una mujer a una no fértil. Las etapas de este son:
· Perimenopausia: Consiste en alteraciones del ciclo menstrual, y suele iniciar entre dos y cinco años antes de la menopausia. Termina doce meses después de la última menstruación.
· Menopausia: El fin de la menstruación.
· Posmenopausia: Dividida en dos; la etapa temprana, en la que aparecen los síntomas vasomotores y la pérdida ósea aumenta velocidad, y la etapa tardía, que inicia cinco años después de la última menstruación y va hasta el final de la vida.
Hay casos en los que la menopausia llega de manera prematura (antes de los 40 años) o temprana (antes de los 45 años). Esto puede llegar a pasar por:
· Castración: Pacientes con patologías malignas en los ovarios o a quienes les han extraído los ovarios.
· Agentes destructores de células germinales: Mujeres que han sido tratadas con quimioterapia.
· Falla ovárica: Sucede cuando los ovarios tienen menor cantidad de óvulos, lo que hace que se desgasten en menos tiempo y produzcan menopausia.
La menopausia implica que la producción de hormonas se detiene, lo cual causa cambios físicos como caída de los senos, arrugas, cambios en la distribución de grasa corporal y riesgo aumentado de enfermedades cardíacas y osteoporosis.
Los síntomas que pueden indicar la llegada de la menopausia se dividen en dos: los vasomotores y los urogenitales. Los vasomotores, que se refieren a los sofocos o “calores”, son sensaciones súbitas de calor acompañadas de sudoración, dolores de cabeza y dificultad para dormir. Los urogenitales son síntomas que afectan el tracto urinario y sistema reproductor, resultado de la disminución de valores de estrógenos. Éstos se manifiestan como sequedad, picazón, malestar vaginal, incontinencia urinaria y disminución de la libido.
Algunas maneras de mitigar los impactos de la menopausia incluyen las terapias hormonales, en las cuales se administran estrógenos o progestágenos a través de terapia de reemplazo hormonal. La administración puede ser oral, transdérmica o por medio de cremas y anillos vaginales, y esto puede reducir el desarrollo de osteoporosis. Las terapias no hormonales pueden aliviar los síntomas vasomotores, e incluyen medicamentos moduladores, antidepresivos o inhibidores.
Además de estas terapias, la doctora Otalora recomienda cambios en el estilo de vida, como tener actividad física regular (caminatas, yoga, taichí), incluir alimentos ricos en calcio y vitamina D en su dieta para fortalecer la salud ósea y evitar alimentos picantes, alcohol y cafeína para reducir los sofocos. Integrar alimentos con fitoestrógenos como soya, tofu y semillas de lino también puede aliviar los síntomas. Adicional a esto, es importante mantener comunicación con personas de apoyo para superar esta fase natural de la vida.
Se recomienda asistir a chequeos médicos anuales para hacer seguimiento a procedimientos como mamografía, citología y ecografía vaginal, y así recibir el mejor acompañamiento posible durante el climaterio.
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