REPÚBLICA DOMINICANA: EL PASADO Y PRESENTE SE FUNDEN EN UNA MISMA GEOGRAFÍA
Además de sus maravillosas playas y opciones para entretenerse, en cada rincón del país hay numerosos atractivos históricos y culturales para disfrutar. |
En un entorno
de encanto natural, República
Dominicana invita a sus visitantes a disfrutar de su fascinante historia y
cultura a través de sus aguas,
su arquitectura, su geografía y sus comidas típicas. Sus famosas playas paradisíacas y la exuberante
vegetación de sus montañas se mezclan con edificios
precolombinos, monumentos, fuertes y antiguas cavernas, transformándolo en un
destino ideal para los amantes de la historia y la cultura.
“República Dominicana se
caracteriza por su valiosa historia y riqueza cultural”, señaló Magaly Toribio,
Asesora de Marketing del Ministerio de Turismo de República Dominicana. “Recorrer nuestro país es descubrir que cada
destino posee una excelente combinación de imponentes paisajes con fascinantes rastros
de historia. Todo en un mismo lugar para el disfrute del visitante”, agregó.
La ciudad cosmopolita y vibrante de Santo Domingo, capital del país, es el
perfecto contraste entre pasado y presente. Su indiscutible atractivo histórico atrae tanto como su deslumbrante arquitectura y sus
variadas opciones para la diversión, con hospedajes de lujo, bares y discotecas
de primer nivel. La Ciudad Colonial, declarada Patrimonio de la Humanidad por
la UNESCO, es sin dudas el atractivo más destacado.
Recorrer sus calles es remontarse y vibrar, en cada
rincón, con la historia de América. Allí se pueden contemplar las primeras
edificaciones levantadas por los españoles en la época colonial, entre ellas el
Alcázar de Diego Colón –un palacio de estilo gótico y renacentista construido
en 1512 por el hijo de Cristóbal Colón- o la Catedral de Santo Domingo, que fue
la primera de América y hoy se puede disfrutar por su buen estado de
conservación y maravillosa iluminación. La impactante Fortaleza Ozama, primera
estructura militar levantada por los españoles en América y el Museo de las
Casas Reales, donde funcionaba la tesorería y los tribunales de justicia en la
época colonial, son atractivos para no perderse.
Cuando baja el sol, la intensa movida nocturna de
Santo Domingo nos retorna al presente. Bares, discotecas y terrazas se multiplican
por la Ciudad Colonial y el Malecón, así como las sabrosas opciones
gastronómicas cosmopolitas que ofrecen los restaurantes alrededor del polígono central.
Historia, romanticismo
y aventura se funden en Puerto Plata, una de las provincias más
pintorescas y hermosas de nuestro país, reconocida mundialmente por sus
pueblitos costeros y playas ideales para practicar deportes acuáticos como
windsurf y kitesurf. Aquí tocaron tierra en 1492 las famosas tres carabelas de Cristóbal Colón,
quien entonces bautizó al lugar como La Isabela. De allí viene el nombre de
Loma Isabel de Torres que posee esa montaña que hoy es uno de los principales
atractivos turísticos, con unas vistas panorámicas privilegiadas que se pueden
apreciar desde el teleférico.
Con sus lujosos
resorts, complejos turísticos y canchas de golf de primer nivel, La Romana es, para muchos, sinónimo de
descanso, diversión y disfrute. Pero hay más. Ubicada al sureste del país, la
provincia es un destino ideal para los artistas o aquellos que disfrutan del
arte en su máxima expresión. Altos de Chavón, un pueblo de piedra que fue
levantado en 1976 replicando una aldea de estilo mediterráneo del siglo XVI,
presenta excelentes opciones culturales. El Museo Arqueológico Regional de
Altos de Chavón presenta una extraordinaria colección de más de 3 mil objetos
precolombinos. Entre los imperdibles figura su famoso anfiteatro, cita obligada
para artistas de renombre internacional que visitan República Dominicana. Para
darle fin al día, un aperitivo de media tarde o una rica cena gourmet con
música y entretenimiento en vivo en un ambiente bohemio, apreciando el Río
Chavón o el Mar Caribe, son excelentes planes.
La provincia de Samaná, ubicada en el noreste del país,
ofrece la fabulosa combinación entre cultura e historia que cautiva y sorprende.
El Parque Nacional Los Haitises, con sus fabulosos manglares y cayos, ubicado a
orillas de la Bahía de Samaná, es el lugar perfecto para adentrarse en la
historia milenaria a través del arte rupestre que se deja ver en una cantidad
de cavernas dispersas por toda la zona. La Cueva Religiosa, situada en Agua
Sabrosa, es uno de los atractivos imperdibles, contiene espelotemos de gran
belleza y en ella se pueden apreciar seis petroglifos prehispánicos. ¿Y qué
mejor que unir pasado y presente en un sabroso plato de comida? En ese caso, lo
ideal es recorrer los pequeños puestos que ofrecen comidas típicas, donde se
palpa la clara influencia de la gastronomía española y africana, además de los
taínos. Saborear la bandera o un sancocho y de postre un dulce de leche de coco
es mimar al paladar. En estos años, muchos inmigrantes europeos, sobre todo de
Italia, Francia y Alemania, también han recalado en Samaná, ampliando la oferta
gastronómica a platos más internacionales.
Para los que buscan
descansar y maravillarse, Punta Cana
es el lugar ideal. Además de recorrer sus kilométricas playas de cocoteros y aguas
templadas, una buena opción es visitar Higüey, una ciudad ubicada a escasos
kilómetros y que cuenta con una de las iglesias coloniales más antiguas que se
conservan en América: la iglesia de San Dionisio, edificada entre 1569 y 1572.
De un valioso valor arquitectónico por la pureza de su estilo colonial, esta pequeña
iglesia fue el antiguo santuario de la Virgen de la Altagracia, protectora de
los dominicanos. Hoy es la imponente Basílica de Altagracia, construida entre
1947 y 1971, el lugar al que miles de dominicanos llegan cada 21 de enero para
venerar a la Virgen, hacerle ofrendas y agradecerle favores.
El reconocido Morro y
Parque Nacional de Montecristi es
uno de los grandes atractivos que ofrece esta provincia, situada en el noroeste
del país. A las magníficas vistas y exuberante vegetación que ofrece el parque
se suman los paradisíacos Cayos Siete Hermanos, un conjunto de siete islas
pequeñas que son la panacea para los amantes del buceo. Es, además, el lugar donde se instaló el primer acueducto, el primer
ferrocarril y los primeros teléfonos del país. Visitarla es,
entonces, recorrer una provincia que fue pionera en diversos ámbitos. El
carnaval de Montecristi es una de las fiestas culturales más coloridas y una
posibilidad de adquirir las bellas artesanías que realizan los pobladores de
esta zona, conocidas por la influencia aborigen y destacándose el tradicional sombrero
de paja toquilla y cabuya.
Ubicada a 190
kilómetros de Santo Domingo, Barahona es
poseedora de las más hermosas zonas de costa de todo el país por su
proximidad al Mar Caribe. Allí se puede degustar diversos tipos de pescado y
platos típicos como la deliciosa langostina hervida en agua sazonada o el
pescado frito acompañado con los "tostones" tradicionales (plátanos
fritos). Además, Barahona cuenta con un patrimonio arquitectónico muy
interesante. Quien recorra sus calles se encontrará con edificios como el Arco
de Triunfo, construido durante la era de Trujillo, la catedral Nuestra Señora
del Rosario, construida en 1948, el Palacio Municipal, construido en 1935, y la
Iglesia Antigua, construida en 1952.
No hay comentarios:
Publicar un comentario